Postigo
Política exterior al basurero
José García Sánchez

Política
Abril 10, 2017
11:55 hrs.
Política
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José García Sánchez › diarioalmomento.com
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La derecha mexicana, encabezada por el presidente de la República alienta la destitución de Nicolás Maduro al frente del gobierno de Venezuela. En un reto abierto a la trayectoria de la política exterior de México que hizo historia e impuso paradigmas, pero no puede respetarse lo que no se conoce.
No son pocas las actitudes antidemocráticas que se desarrollan en México a causa de los excesos y la incapacidad de la actual y las anteriores administraciones públicas; sin embargo, Peña Nieto pugna por que impere la democracia y se respete la Constitución en el país sudamericano, en una clara injerencia a la política interna de esa nación. Sin embargo, al gobierno federal mexicano le viene como anillo al dedo la presente lucha contra Maduro orquestada por Estados Unidos, con claros intereses sobre el control de los energéticos de ese país.
Para Estados Unidos lo importante no es la democracia sino tener acceso barato y directo al petróleo venezolano, como lo hace con el crudo mexicano.
En nuestro país las encuestas en este momento favorecen a un candidato de izquierda por sobre el PAN y el PRI, que representan la derecha del país, el otro partido en México, el PRD, prácticamente vive su desvanecimiento de la escena electoral.
Ante esta situación el gobierno mexicano mata dos pájaros de un tiro, en primer lugar obedece los lineamientos de Estados Unidos en el sentido de insistir, de manera ligera e irresponsable, hasta el absurdo que en Venezuela no hay democracia, y en segundo, desprestigiar todo movimiento político que esté ubicado en la izquierda, que en este momento encabeza, precisamente el líder del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, Andrés Manuel López Obrador.
La desesperación del partido en el poder por recuperar espacios electorales y políticos, obliga a la derecha a adaptarse con gran rapidez a la campaña de desprestigio contra el régimen de Venezuela, incluso hacer esta acción propia, y olvidar de una vez por todas, la tradicional política de respetar la autodeterminación de los pueblos que en un momento fue ejemplo de dignidad para el mundo. Ahora, con un secretario de Relaciones Exteriores improvisado, y una política externa digna de lástima, se incorpora la voz del propio presidente de la República a una guerra mediática que justifique en un futuro próximo, una invasión similar a la de Siria, contra Venezuela.
Eso es la democracia para los estadounidenses del Pentágono y esa es la alternativa que ve el actual gobierno federal mexicano para plegarse, como es costumbre de los priístas del pasado y del presente, a los designios de la Casa Blanca, y, además, desgastar al contrincante electoral que le resta votos, presencia y simpatías para las elecciones presidenciales de 2018.
Ahora México es considerado por el periódico español El País como el líder en América Latina, pero no en la producción de granos como una vez los fue; tampoco en el respeto a la autodeterminación de los pueblos, cuya política exterior impulso respeto y admiración, sino por encabezar la campaña de desprestigio contra Nicolás Maduro.
Las elecciones que enfrenta el PRI en 2018, tendrán un severo aviso el 4 de junio, es decir, dentro de menos de dos meses, y es por ello que el gobierno federal encuentra en esta oportunidad de desprestigiar a un gobierno ajeno y lejano, para ganar terreno en lo interno y seguir obedeciendo los intereses de Estados Unidos en lo externo.
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